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La Geometría Musical y Celeste de la Capilla de Rosslyn. La "Proporción Áurea" y la "Danza de Venus". Francisco Ariza

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  Pentagrama de Venus, o "Rosa pentagramática". En la anterior notificación ( La Geometría Musical y Celeste de la Capilla de Rosslyn ) , mencionamos a las energías planetarias y las correspondencias que estas mantienen con la parte corporal, emocional e intelectual (o espiritual) del ser humano, y que este planteamiento mágico-teúrgico está presente en los “cubos musicales”, en donde el “tritono” es un componente fundamental, pues dichas notas indican justamente el tono y el comienzo de la melodía, compuesta de 13 patrones sonoros vinculados con los 13 ángeles músicos que aparecen en el espacio al Oriente de la capilla, que es donde se encuentran los 215 cubos, aunque ahora hay 213 debido a que se perdieron dos de ellos. El ya citado Richard Merrick, tras investigar en las relaciones geométricas entre la planta de Rosslyn y la morfología arquitectónica del templo en su conjunto, llegó a la conclusión de que ese número 13 está en relación con las 13 veces que Venus orbita alr

La Geometría Musical y Celeste de la Capilla de Rosslyn. Francisco Ariza

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Uno de los trece ángeles músicos de la Capilla de Rosslyn. En nuestro estudio sobre la capilla escocesa hermético-masónica de Rosslyn publicado en mi muro de FB hace tres años (ver dirección al final del escrito) y hablando de los 215 “cubos musicales” que decoran las nervaduras de las bóvedas situadas en el lado Este de la misma, es decir en el Oriente, señalamos que dichos “cubos” merecían ser considerados con más detenimiento, debido fundamentalmente a sus relaciones con ciertos patrones sonoro-geométricos que figuran en ellos. Lo que viene a continuación es una aproximación al simbolismo de estas genuinas figuras, que constituyen una clave para entender un poco más la enseñanza cosmogónica e iniciática de la compleja arquitectura de Rosslyn, creada a mediados del siglo XV por William Sinclair, perteneciente a uno de los clanes escoceses que más contribuyeron al mantenimiento de la Tradición en Escocia, la antigua Caledonia.  Algunos investigadores han llegado a la conclusión de q

El Sí Mismo no es distinto de ti

  Atmâ, o el Sí Mismo, no puede conocer porque no hay un “otro” que conocer que no sea Él mismo. Esta es una certeza metafísica que no admite dudas por la sencilla razón de que ha sido resuelta en el vacío, o el silencio, del centro de la rueda de la existencia. El Sí Mismo no comprende ni conoce porque el Intelecto y el Conocimiento están en Él. No puede conocer ni ser otra cosa que no sea Él mismo, puesto que Él es el sujeto que conoce, el objeto de conocimiento y el conocimiento mismo. No hay ningún conocimiento que esté fuera de Él, y si, en nuestra ignorancia, pretendemos tener un conocimiento propio, este no sería finalmente sino una participación en el conocimiento del Sí Mismo, que en realidad no es distinto de ti, ni tú distinto de Él, como señala Ibn Arabi en su "Tratado de la Unidad" (1.3.4): “Todos los atributos de Dios son tus atributos. Verás que tu exterior es el Suyo, que tu interior es el Suyo, que tu comienzo es el Suyo y que tu fin es el Suyo. Y eso,

EN EL CAMINO

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  El Loco , el arcano "sin número" del Tarot de Marsella. La idea del camino, o del viaje, como imagen simbólica de la realización interior está presente en todas las culturas desde tiempo inmemorial. Así lo expresa el Camino de Santiago con los códigos propios de nuestra cultura. También la estructura cosmogónica del Árbol de la Vida cabalístico se recorre a través de los “32 senderos de la Sabiduría”, es decir a través de una geografía sutil, de la cual los lugares y santuarios de la geografía física son un reflejo, como es el caso también de los Tjuringas australianos, llamados precisamente “los senderos de lo invisible”. El propio Lao-Tse habla de ello cuando en el Tao-Te-King afirma que la vía del Conocimiento es “un camino de mil millas que comienza ante tus pies”. Los ejemplos que podríamos poner son muchos, obviamente, pero todos ellos nos refieren que ese camino se inicia cuando el ser humano ha sentido la necesidad imperiosa de emprenderlo al preguntarse: “¿quié