APUNTE SOBRE "LA ARMONÍA DE LAS ESFERAS". Francisco Ariza

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La Armonía de las Esferas, Practica Musice, de Franchino Gafurius, 1496.

Existe una correspondencia entre las nueve jerarquías angélicas (descritas por Dionisio Areopagita, o por Dante en La Divina Comedia) y las Musas, hijas de la Memoria, que son también nueve, como nos indica el grabado de Franchino Gafurius llamado “La Armonía de las Esferas” (1496), con el que acompañamos esta nota.

En él podemos observar esas correspondencias entre las Musas, los cielos planetarios y el Firmamento de las Estrellas Fijas. El punto de conexión entre unas y otros son los distintos tonos, semitonos y modos de la escala musical, que los unen entre sí, dando pie a la Armonía de las Esferas.

Presidiendo todo el conjunto y en el lugar que correspondería al “Cielo supraceleste” o Empíreo, está Apolo, el “compañero de las Musas”, quien sostiene en su mano izquierda un instrumento musical equivalente a la lira heptacorde, mientras su mano derecha señala a las Tres Gracias, relacionadas con la acción de dar, recibir y devolver, un ritmo triádico que genera el círculo virtuoso a través del cual se asegura la transmisión de los beneficios que procura la permanencia del conocimiento que ellas, a su vez, reciben de Apolo, de cuya energía son intermediarias.

Los pies de Apolo se apoyan en la serpiente cósmica que, como el monocordio divino, atraviesa el universo entero comunicando en su descenso la influencia espiritual del dios a todos los planos del universo, incluida la Tierra y el Inframundo, donde aparece Talía, que aquí está representando a la Musa del silencio que reina en el interior de la Tierra, silencio que también equivale a los intervalos musicales, esenciales para la melodía. Cubriendo a Apolo y a las Tres Gracias aparece una orla con forma de cúpula que porta la siguiente leyenda: “La potencia de la Mente de Apolo mueve a las Musas”.

La “Mente de Apolo” es el Intelecto o Espíritu divino que desciende sobre las Musas y los cielos con los que ellas se corresponden. Francisco Ariza

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