ATENEA Y HEFESTO. Mitos de la Grecia Arcaica (Segundo Episodio)
Nacimiento de Atenea. Cerámica griega, siglo VI a.C.
No olvidemos, en este sentido, que la
madre de Atenea, Metis, además de una diosa de la tierra nutricia, es también
la potencia creadora del propio Zeus, es decir su sakti, dicho en términos hindúes. Así lo sugiere Hesíodo en su Teogonía cuando afirma que Metis fue la
primera esposa de Zeus, que con ella tiene una larga descendencia de dioses y
diosas. Atenea, la de ojos penetrantes, tiene de su padre el “coraje y la
sabiduría”, y también es heredera de sus atributos creadores.
Estamos, en efecto, ante un mito teogónico que encierra una enseñanza fundamental: que el origen de esas artes
han sido “gestadas” en el Mundo Inteligible, y por tanto son un don que los
dioses han otorgado a los hombres para hacer de la tierra un lugar semejante al
orden celeste.
En el Mundo Inteligible están los
modelos ideales a los que Hefesto, el Artesano divino, e inspirado por Atenea,
dará “forma”. Esos modelos serán imitados por el artista o artesano humano, que
realiza en sí mismo una síntesis totalizadora donde se conjuga la “imagen
interior” concebida en su espíritu y la forma material que ella toma para ser realizada y comprendida. Esta es la “alianza” entre Atenea y Hefesto (la
Minerva y el Vulcano romanos), es decir entre la sabiduría de una ciencia de
origen divino y la “técnica” o el arte que permite “revelarla” a los hombres, manifestándola
en todo su esplendor, belleza e inteligencia. Francisco Ariza
Comentarios
Publicar un comentario